Hoy se me ocurrió encomendarle al gps la ruta y me mandó por el sitio más largo, me metió en Tartales de los Montes y por una pista forestal hasta Tartales de Cilla .con lo cual se me cabreó la paisana por hacerla recorrer a pié lo que habiamos hecho con el coche anteriormente.
Arrancamos en Tartales de Cilla pista arriba con un sol de justicia, buscando la sombra y animando a la jefa que se quería rajar, llegados a un cruce de caminos vimos el objetivo
La Coronilla de 1.172 mtrs
al cual comenzamos a ascender por una sombreada pista y llegamos a una pequeña campa desde donde divisamos la zona de Valdivielso con el Rio Ebro surcando el bello entorno
seguimos ascendiento para culminar en El Coronilla
iniciamos el descenso despues de recuperar fuerzas
por el enorme cortafuegos llegamos a un cruce de caminos y nosotros nos encaminamos hacia el abrevadero por donde acometer el ascenso a El Hayal aunque las señales no indicaban ese sentido
despues de recuperar fuerzas en las proximidades del abrevadero comenzamos el ascenso algo duro a El Hayal
nada más llegar ya me di cuenta de la hermosa corona que tenía El Hayal, unos tejos jóvenes
descendemos a La Tejeda de la Horadada
lo que presenciamos después fué como entrar en una zona sagrada con tanto Tejo milenario talmente parecía estabamos cometiendo un sacrilegio por tanto pasamos con sumo cuidado entre tanta maravilla de la naturaleza
-RESPETAR AL MAXIMO LAS RAICES DE LOS TEJOS Y SU ENTORNO
-NO ENCARAMARSE EN LOS MISMOS NI DAÑARLOS
-LAS VISITAS QUE PROCUREN SER DE GRUPOS REDUCIDOS .
me quedé sin palabras pues habia tal cantidad y variedad de tejos que no sabia a donde mirar
y para mi el más bonito de todos si se pudieran comparar pues son únicos
ya fuera del bosque nos adentramos en una zona de encinas hayas y monte bajo hasta llegar a la altura de la carretera nacional y nos encaminamos al punto de partida por la misma hasta tartales de Cilla donde recibí el mordisco de uno de los fieles amigos del hombre que me atacó a traición mientras sus dueñas permanecián impasibles en su tumbona. Como eran al menos cinco no se cual de ellos me mordió, gajes del oficio.
La verdad es que la belleza del bosque y lo demás superó con creces mis expectativas.
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